Opción de teletrabajar o asistir presencialmente, y retorno paulatino y voluntario a las oficinas para cumplir con los aforos, es parte de la nueva dinámica a la que han tenido que adaptarse las organizaciones. La pregunta es: ¿llegó para quedarse la flexibilidad laboral? Nuestros socios Bupa Chile, Lilienfeld Seguros y Astara, comparten sus experiencias al respecto.

Daniela Madueño, Jefa de Gestión de Personas de Astara, cita una definición de la OCDE sobre flexibilidad laboral: “El conjunto de medios destinados a mejorar la eficiencia de las organizaciones y su capacidad de adaptación a las variaciones en el contexto en el que ella actúa. Implica el abandono de métodos universalistas a favor de una actividad orientada hacia resultados junto a métodos de gestión, recursos humanos y financieros basados en la descentralización de responsabilidades y en la adaptación del contexto”.

En esa línea, Renato Lilienfeld, socio y director ejecutivo de Lilienfeld Seguros, reflexiona sobre el antes y después que marcó la pandemia en el concepto de flexibilidad laboral: “Siempre se ha entendido como el equilibrio entre los intereses de las personas y los de la empresa, a fin de conciliar la vida personal con la profesional, una cultura que no tenía mayor madurez en nuestro país, ya que lo más común era llegar a la oficina todos los días, en el mismo horario,  y cumplir una jornada”.

“Sin duda, la pandemia ha influido mucho en cómo se está delineando el trabajo en la actualidad”, dice Diego Peró, gerente corporativo Legal y Personas de Bupa Chile. “Hemos abordado el trabajo flexible siempre desde la mirada de los colaboradores, y hemos ido definiendo juntos cuál es la mejor forma de avanzar para aquellos cargos cuyas funciones admiten esta flexibilidad, incluso desde antes de la crisis sanitaria”, explica.

A casi dos años del inicio de la pandemia, plantea Lilienfeld, “algunas empresas han implementado y se han quedado con este sistema de trabajo donde el foco está puesto en el cumplimiento de los objetivos y los resultados, más que el control y cumplimiento de horario. Cabe mencionar que antes de la pandemia, Lilienfeld ya tenía funcionarios trabajando en teletrabajo”.

“En el último tiempo hemos vivido una serie de cambios, lo que nos ha llevado a movernos de la forma tradicional de trabajar a una nueva forma, buscando distintas herramientas, pero sin perder lo más importante: nuestra esencia. Las transformaciones que hemos vivido nos han desafiado a seguir constantemente impulsando nuevas iniciativas pensadas en nuestros colaboradores”, plantea Daniela Madueño de Astara.

Por su parte, Bupa Chile, luego de numerosas mediciones de satisfacción internas, vislumbraron dos cosas. Por un lado, “que el trabajo no volverá a ser el mismo después de todo lo que ha pasado con la crisis y que la relación laboral ya cambió. El teletrabajo es una modalidad que los colaboradores valoran muchísimo por la flexibilidad que les ofrece y una mayor compatibilidad con la vida familiar”; y por otro, “que la presencialidad es importante para mantener la identidad y el sentido de grupo, así como para potenciar la colaboración”.

Nuevas medidas

Actualmente en Lilienfeld están con un retorno parcial con jornada híbrida a través del teletrabajo correspondiente a 2, 3, 4 o incluso los 5 días hábiles, dependiendo de la decisión  de los colaboradores y “que permita contar con la trazabilidad si se nos presentara algún caso de contagio. También hemos reducido la jornada de trabajo presencial a fin de no toparse con los horarios punta tanto en transporte público como particular”. La flexibilidad, asegura el CEO de la aseguradora, “se está monitoreando constantemente y se ha ido adaptando y modificando según las circunstancias de la pandemia”.

Todo esto se ha basado principalmente en minimizar el riesgo de contagio del Covid-19, ya que aún sigue presente. Pero también, explica Lilienfeld, la medida apunta a “no generar un cambio brusco en cuanto al retorno laboral ya que muchas familias han tenido que reinventarse y equilibrar entre las labores de casa, hijos que aún no retornan a clases presenciales y el trabajo; además de dar apoyo en cuanto a la salud mental de nuestros colaboradores afectados por mucho tiempo de pasar en sus casas”.  También, la estrategia busca “poner a disposición mejores condiciones de infraestructura y conexión que existen en la empresa para el desarrollo de las funciones y el logro de los objetivos”.

Bupa Chile ha pensado el retorno a las oficinas bajo una modalidad de teletrabajo mixta para aquellas funciones que así lo permitan. Para implementarlo, los colaboradores han recibido capacitaciones online sobre qué significa el trabajo remoto, relevando la importancia del trabajo colaborativo y la interacción entre compañeros. “Sabemos que las dinámicas de grupo son realmente importantes para mantener el sentido de equipo y la motivación de las personas”, afirma Peró.

Para garantizar el cumplimiento de los aforos y reducir al máximo las probabilidades de contagio, explica Peró, “hemos desarrollado una innovadora App que permite a nuestros colaboradores registrarse y reservar un puesto de trabajo el día que asistan presencial, el que se valida a través de un código QR y que además incorpora la información de salud de cada trabajador, mecanismo que funciona desde agosto”.

Otro aspecto que destaca el representante de Bupa Chile es que, en paralelo, durante la pandemia, implementaron iniciativas recreativas “que ayudan a mantener el espíritu de equipo y la identidad corporativa, tales como talleres de cocina, de yoga, de mindfulness, cursos y webinars orientados a resguardar la salud mental de nuestros colaboradores, además de contar con una línea de atención psicológica para nuestros colaboradores y sus familiares”.

Además del modelo de trabajo mixto (3 días presenciales y 2 días de teletrabajo), Astara implementó durante 2021 otras medidas para lograr flexibilidad. Como jornada reducida los viernes, de 8:00 a 14:00 hrs, para que los colaboradores puedan disfrutar aún más su tiempo libre en familia y/o con amigos. Aumento en días libres al año: 1 día administrativo al año, 24 y 31 de diciembre libres y todos los interferiados según calendario. Además de horario flexible de ingreso y salida de lunes a jueves y código de vestimenta opcional.