Carlos Molina, presidente del gremio y socio de la oficina Molina Ríos Abogados, sostuvo que lo único que pide es que «se respeten las reglas del juego».
-¿Qué frase del Presidente Boric les llamó la atención en el cambio de mando?
-Yo diría dos cosas: La primera, es que él pareció estar tomando un acto muy republicano, que respetemos esta historia tradicional. De hecho, conversé con el Rey de España y para ese país Chile es importante, por eso vino su máxima autoridad.
Luego, desde el punto de vista del presidente, fue un discurso muy interesante, con mucha fuerza, y en donde claramente va a continuar con una senda transformadora. Y lo que sí, creo importante recalcar es que para que esto funcione debe ser entre todos. En ese sentido, la inversión extranjera es muy relevante en el camino que tiene que recorrer el país hoy con el gobierno y el proceso constituyente.
–El mandatario ha dado señales de alianza a los empresarios, pero no los invitó a la ceremonia por un tema de «aforo», según dijeron más tarde desde el gobierno ¿Cómo tomaron esa explicación en la Cámara?
-Creo que no puede interpretarse como una mala señal. Escuché al presidente y dijo que incluso le iba a preguntar a la jefa de protocolo para tener ese nivel de detalles, y lo importante es que dijo que no se entendiera este tipo de cosas como señales negativas. Esto es con todos, y creo que no hay que confundirse.
–¿Cómo han visto las otras señales que ha dado el Gobierno, como por ejemplo en materia de sustentabilidad y cambio climático, y cuáles son sus expectativas?
-Como inversionistas extranjeros no vemos con temor el proceso. Lo vemos expectantes, por cierto. Hasta aquí no hemos visto nada que uno pueda llevar a catalogar de catastrófico, terrible, o quizá políticas públicas nefastas, nada. El tema está en cómo se implemente.
El inversionista no está a favor ni en contra de un gobierno de turno, está en el país que le da herramientas que le permitan desarrollar sus actividades. Y en el caso de Chile, creo que tenemos una ventaja comparativa no menor porque tenemos una historia, una institucionalidad vigente que funciona y certeza jurídica. Esos son activos que debemos cuidar, valorar, respetar. Y esperamos que el gobierno del Presidente Boric lo haga, y no tenemos ninguna señal que nos diga que no lo van a hacer.
-¿Cree que la designación de Mario Marcel a la cabeza del ministerio de Hacienda da, por un lado, esa certeza en materia financiera?
-El ministro de Hacienda es una persona altamente calificada y muy relevante, sin lugar a duda. Pero tampoco le pongamos la capa de Superman. Va a hacer lo que pueda, y en eso tenemos que colaborar todos. Lo importante es que sea gente seria, calificada, con experiencia, y en eso no cabe ninguna duda que el ministro ni varios de los ministros designados poseen esa calidad. Aquí hay un cambio de eje, y eso es lo que tenemos que mirar.
-¿Cuál es la perspectiva que se tiene en España o Europa respecto del gobierno de Gabriel Boric?
-Desde afuera no hay una mirada de temor. Se mira a Chile en su contexto, desde los últimos 20 o 30 años, desde cómo funciona, que es un país serio, tiene muy baja corrupción, sus instituciones funcionan y en donde estamos haciendo un proceso transformador, pero institucional.
La mirada de afuera es «mira, en Chile hubo una revuelta social. Pero a la chilena, en paz». Salió un millón y tanto de personas (a las calles) y hubo otras cosas, pero en general es que esa gran revuelta que recorrió el mundo, llamó poderosamente la atención donde no hubo ningún líder. Luego se juntaron los gobernantes, llegaron a un acuerdo y este consistió en una cosa institucional: «Vamos a preguntarle a los chilenos si quieren o no un cambio», y van y lo hacen. Mirado desde afuera uno dice «Chile está en un proceso de cambios, pero bajo reglas y ciertos respetos (…) Entonces, no es una locura.
-¿Cómo miran desde el empresariado español en Chile las propuestas de descarbonización -entre otras acciones en línea con la sustentabilidad- anunciadas por el gobierno?
-La inversión extranjera de este nivel no sólo aporta dinero ¿Crees que en España hay alguna discusión respecto de la paridad de género? Son temas superados. Y las prácticas medioambientales de Europa son a las que los chilenos y chilenas aspiramos.
En Chile hay una revolución en temas de energía, que es una cosa espectacular (…) Entonces, todo esto que el gobierno, que con justa razón pone por delante, que es lo nuevo, desde España coincidimos en un 100%. Desde afuera se entiende que para llegar a ser un país desarrollado tenemos que ir por las mejores prácticas ambientales, de género, de paridad, prácticas empresariales y en los distintos rubros, y resulta que en España es lo que hay.
-Y ¿Cómo cree que debería hablarle el gobierno a aquellas empresas que aún no se han sumado o han avanzado muy poco en estos aspectos que menciona, como aquel de índole sustentable?
-Creo que ahí tenemos un tema país que viene caminando y que quizá no es tan público, pero si uno mira el desarrollo que ha tenido el sector energético en los últimos 5 años en Chile, es una verdadera revolución energética de energías limpias.
El proyecto de Cerro Dominador, que es una de las mayores plantas solares del mundo y que vienen de distintos países a verlo, es un proyecto de US$1.200 millones financiado con fondos de la Comunidad Económica Europea. Ese es un ejemplo del Chile que hay que desarrollar, pero que ya está.
-¿Qué medidas esperan que el gobierno cumpla durante el primer año de gestión?
-Creo que es importante -y entiendo que están en ello- reactivar al país. Si no se toman políticas económicas correctas ahora, los efectos negativos los vamos a ver muy rápido. Entonces es importante que el gobierno tome ese camino donde hay que buscar los incentivos.
Hoy el gobierno saliente dejó un proyecto de concesiones de obras públicas de cerca de US$5 millones de dólares. El promedio en los últimos 30 años fue de US$1.700. Y si logramos que el gobierno continúe por esa senda (…) esas son las políticas de largo plazo que permiten que el país se genere. Certeza jurídica y Convención Constitucional.
–¿Cómo han visto desde la Cámara, y principalmente algunas de las concesionarias de autopistas españolas, el proyecto de ley que propone eximir a vehículos del pago del peaje en casos de congestión?
-Es solo un proyecto. Se nos criticó en algún minuto por el tema del TAG, e incluso el gobierno anterior intentó sancionar a uno de nuestros socios, fueron a juicio, y ¿Qué pasó, que no lo informan? El Ministerio de Obras Públicas (MOP) perdió el juicio y están con un recurso de queja en la Corte de Apelaciones. Entonces con estas cosas hay que tener cuidado.
El inversionista no tiene temor a ser cuestionado, pero respetemos las reglas del juego bajo las cuales dijimos que íbamos a estar. Y si queremos poner otras reglas, vale, o las negociamos. El inversionista no tiene temores a que existan reglas, si no nos parecen, no participamos. Si nos parecen, participamos. Pero lo que sí exigimos a cambio es que se respeten las reglas.
-En este caso, el proyecto de ley lo que busca es modificar la Ley de Concesiones de Obras Públicas que regula los proyectos hoy vigentes…
-Bueno, pero es que veamos. Es como lo que muchos me dicen: ‘Hay mucho temor porque vamos a revisar los Tratados de Libre Comercio». Oigan, si queremos revisarlos, bueno, revisemos los tratados. Ahora, si a uno le plantean cosas raras, está bien. Pero nunca he escuchado del Presidente Boric ni de nadie que van a sacar cosas raras. Esto es como un humo. Nos podríamos molestar si nos cambian las reglas del juego, cosa que no ha sucedido y que esperamos no suceda.
-¿Qué opinión les merece el trabajo de la Convención Constitucional?
-Vemos que el proceso constituyente va por su camino institucional (…) que respeta sus reglas y su funcionamiento, y desde afuera se mira con mucha expectativa y entereza. Tener una opinión resulta bastante apresurado porque la verdad es que aún no hay nada. Están aprobándose normas y a veces uno escucha cosas grandilocuentes (…) pero cuando nos hemos juntado con constituyentes, al final nos han aclarado que son opiniones personales.
-¿Hay alguna norma o tema que se esté discutiendo y que les genere inquietud?
-Nos preocupa que no sea lo suficientemente convocante. Si al final se logra una Constitución que no tenga un quórum de votación elevado, ¿Qué va a significar? Que cuando termine, se apruebe y haya que implementarla, puede que el país entre en toda una discusión compleja y engorrosa. Probablemente se quiera volver en 5 o 7 años más a rectificar lo que no hicimos. Y eso lleva a que empecemos a discutir de forma permanente la agenda país y reformas constitucionales, y eso sí que es un pilar que puede complicar a un inversionista extranjero.
Quizá debimos haber establecido que el quórum de aprobación en el plebiscito obligatorio sea de 2/3. Si gana la Constitución con un 52% y hay un 40% de chilenos a los que no les gustó, es muy distinto al 78% contra el 22%.
-¿Cuál es el llamado que hacen hoy desde la Cámara al Gobierno?
-Nos gustaría que nos dejen participar del proceso, que nos inviten, nos encantaría. Al Presidente Boric yo se lo he escuchado un par de veces: «Oiga, yo no estoy en contra de la inversión extranjera, pero quiero que me aporte más, que me traiga tecnología, que forme a mi gente». Bueno, hagámoslo, porque estamos disponibles. Entonces, creo que falta ese link, tenemos que hacer ese match para que se pueda dar ese salto al desarrollo.
Publicado en Diario Financiero el 16.03.2022