El Country Manager de The Valley en Chile, empresa socia de CAMACOES, posee una vasta experiencia en la mejora de procesos y reestructuraciones organizativas, fomentando la agilidad y modernización en las empresas, tanto en España como en Chile. Conversamos con Ariel Vidal, quien entrega su visión sobre el rol que cumple la innovación en el mundo de los negocios.
Desde Madrid y con sede en nuestro país, The Valley es “un ecosistema de conocimiento digital, colaborativo y abierto, que ofrece soluciones basadas en tecnología para la formación, la selección de talento, la digitalización y más”.
The Valley Chile, empresa socia de CAMACOES , ofrece sus servicios a nivel global teniendo siempre como premisa “la tecnología como base de la economía digital”. Mediante una estrategia omnicanal buscan fomentar las sinergias, generar comunidad y networking entre profesores, alumnos y emprendedores con el fin de impulsar proyectos innovadores de éxito.
El Constructor Civil titulado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ariel Vidal, lleva más de cuatro años ejerciendo como Director Académico del Programa de Alta Dirección en Digital Business, por lo que conoce muy bien el entorno de profesionales en Chile y en España que practican la docencia y formación desde un punto de vista práctico. Actualmente ejerce como Country Manager, siendo responsable de la gestión y operación de la empresa madrileña aquí en Chile.
—¿Por qué la innovación es importante para las empresas?
—Hace solo un par de años atrás, las empresas veían a la innovación como algo más accesorio, que estaba de moda; sin embargo, el contexto se complicó y hoy estamos viendo los resultados de las empresas que innovaron y hemos visto que las que no lo lograron hacer, sufrieron las consecuencias. Es por esto que hoy existe mayor conciencia en los directorios de las empresas que es necesario innovar, tanto para aumentar los ingresos, conseguir o fidelizar clientes o desarrollar nuevos productos para no quedarse atrás.
—¿Considera que la innovación, en el actual contexto de crisis, se ha convertido en un elemento que define la supervivencia de las empresas?
—Sin lugar a dudas la crisis ha ayudado a sensibilizar a las empresas que es necesario innovar, que los modelos de negocio y las necesidades de los usuarios han cambiado radicalmente a propósito de la tecnología actual, que no solo las empresas tecnológicas deben innovar, si no todas las empresas. Hoy lo veo como un «must»: por un lado, para la existencia del negocio y por otro, para atraer talento. Es un círculo virtuoso: los talentos quieren trabajar en empresas con cultura innovadora, que puedan aportar ideas nuevas y que permanentemente se vean desafiados. Las empresas exitosas de hoy lo han visto con claridad.
—En su experiencia, ¿en qué áreas ha visto que las empresas innovan más y en cuáles menos?
—Lo que he visto que suele pasar es que las empresas parten innovando para ahorrar costos, es la primera palanca que empuja a las empresas a la innovación. Sin embargo, los últimos años se han volcado a la experiencia del cliente, el desarrollo de nuevos productos y hoy ya algunas empiezan a avanzar innovando en el modelo de negocio, que es donde la innovación finalmente puede producir un crecimiento exponencial para las empresas.
El modelo formativo de The Valley
Como miembro del Comité de Innovación y Tecnología de CAMACOES, Ariel Vidal debe velar por el fortalecimiento de los sistemas nacionales de innovación y articularlos con las principales tendencias que operan en la economía mundial. “De esta forma, podremos vincular eficientemente los esfuerzos de empresas, Gobierno y sectores académicos”, explica.
El modelo de formación de The Valley está basado en tres grandes pilares. El primero de ellos son los profesores, “el corazón de nuestra actividad”. Vidal dice que aplican un exhaustivo proceso de selección para atraer a los mejores profesionales, de reconocidas empresas y sobre todo de start up´s, que tengan un background relevante en el ámbito digital y estar dispuestos a transmitir su experiencia a los alumnos. Todo esto bajo su metodología de “learning by doing”, es decir, que los alumnos aprendan más de la experiencia real que de la teoría. Este modelo de colaboración, plantea Vidal, los ha llevado hoy a un ecosistema “de más de 1000 profesionales alrededor del mundo que colaboran con nosotros. En Chile cerca de 150 desde el inicio de nuestras operaciones”.
El segundo pilar, agrega, es la democratización del modelo: “Quienes valoran y escogen a los mejores profesores son los propios alumnos. Sesión a sesión los alumnos dejan su valoración a los profesores, respecto al contenido de la sesión, el fomento a la participación, entre otros aspectos”. Dicho ejercicio permite tener un robusto proceso de mejora continua y retroalimentación a los profesores; lo que sirve para identificar a los mejores.
Y por último, lo que distingue a la metodología de The Valley es que sus contenidos formativos están desarrollados con 10 años de experiencia en el ámbito digital. “Siempre están muy actualizados y totalmente apegados a la realidad de las empresas, alimentado de un centro de innovación experimental ubicado en Madrid, donde se realizan investigaciones del uso de la tecnología en cada sector empresarial”, explica Vidal. Esto conlleva a los alumnos puedan identificar “palancas concretas y las puedan poner en marcha en sus empresas desde la primera sesión en alguno de nuestros programas”.
Todo esto, afirma, es posible gracias a un tremendo equipo académico distribuido entre España y Chile “el cual se preocupa de todos los detalles de cada programa, de la malla de contenidos, de acompañar a los alumnos en el proceso, y de articular a los más de 20 profesores que en promedio participan en alguno de nuestros programas”. Según él, ese aspecto es lo que más valoran sus alumnos: la cantidad de profesores en los programas.
“Nos centramos en nuestros alumnos y profesores con el propósito de que vivan la mejor experiencia en The Valley”, concluye el country manager.